Elegir el vestido soñado es un aspecto importante de la boda. La forma en que nos verán los invitados es vital, sin embargo, no se debe olvidar que una novia debe brillar también para su novio y para sí misma. El vestido perfecto es el que más representa el carácter, cultura y personalidad de quien lo lleva.

Pensemos en cómo elegir el vestido de la novia:

• Sencillez ante todo, no es momento para ser sexy y provocativa, lo más sencillo es lo más bello.
• El blanco inmaculado es lo tradicional. Se puede optar también por variaciones como el perla, marfil o beige. Ser original será lo mejor.
• De acuerdo al tipo de boda así será el vestido. Si es una boda en el campo el vestido puede llevar detalles típicos de la cultura del país, como un bordado. Si la boda es de noche en un salón entonces el vestido será más sofisticado.

Los accesorios y detalles ayudarán a darle énfasis al estilo que se quiere lograr:

• Si el vestido es corto se debe poner más atención en el tipo de zapatos que se comprarán, dado a que estarán a la vista de todos, pero siempre pensando en lo que sea más cómodo, no exagerar ni usar algo a lo que no se está acostumbrada.
• Si el vestido es largo se pueden comprar zapatos más sobrios, ya que no se notarán.
• El maquillaje debe ser lo más sencillo posible. Si la novia no acostumbra a maquillarse diariamente, entonces su maquillaje para la boda no debe ser muy cargado; pueden usarse tonos pastel o tonos tierra, sin exagerar. Debe ser un maquillaje que cubra imperfecciones y que elimine el brillo, sin mucho colorismo.
• Siempre deben hacerse dos o tres pruebas de maquillaje, para que la novia se sienta segura y tranquila el día de la boda.
• El tipo de peinado puede variar según el vestido. Un recogido a media altura hace que la novia se vea más alta y elegante. Si la boda es en la noche se pueden colocar brillantes en el recogido, o si es de día se pueden colocar flores de azahar o cualquier otra flor pequeña. Y se deben realizar una o dos pruebas antes.
• Las joyas no deben ser grandes ni pesadas, sino livianas y sencillas.

Existen muchas tradiciones con respecto a la forma de vestir en la novia, las cuales le dan ilusión y fantasía a las celebraciones. Pero se debe recordar que podemos crear nuevas costumbres y usar la creatividad; realizar nuestros deseos es lo más importante, el novio y la novia deben siempre incorporar su ingrediente especial a cada uno de los aspectos de la boda y no tener miedo de cumplirlos, es un día único tanto para ellos como para los invitados.

¡Recordar! siempre consultar a un experto. Alguien que conoce el cabello y la piel de la novia de primera mano, puede recomendar el tipo de maquillaje o peinado más acertadamente.